Este trabajo consistió en transformar una secuencia fotográfica de una mujer con ataque histérico (s.XIX) en timbres o sellos.
A partir de ellos, formé una mancha vertical y orgánica sobre el muro, produciendo la imagen de un enjambre de figuras de histéricas sobrepuestas unas a otras, lo que generó distintas densidades de negro, gris y blanco, debido a la trama.
En el muro contiguo dispuse una serie de pequeñas maquetas de mediaguas, con una sombra proyectada. Ambos elementos se unían al pasar los timbres de un muro a otro.