Desde el 18 de octubre de 2019, en Chile, se ha hecho presente un movimiento social de reclamo por las condiciones de vida en una sociedad privatizada al límite de las posibilidades que sus ciudadanos pueden resistir. La salud, las pensiones, la educación e inclusive el agua, son servicios por los que los ciudadanos deben pagar. Distintos movimientos sociales, desde 2011, han reclamado contra este sistema. El año 2019, producto de la subida en la tarifa del transporte público, se produjo la movilización social más grande vista desde el retorno a la democracia en 1988.

Fruto de estas protestas sociales, 445* personas se han visto seriamente lesionadas en sus ojos por distintas armas antidisturbios de la policía. Si se pone en relación este fenómeno de mutilaciones permanentes ocurrido en Chile en los 4 meses posteriores al llamado “estallido social”, el número de víctimas con lesiones oculares es mayor que las registradas en el mundo en 27 años, incluyendo el conflicto israelí-palestino.

La obra es un J’accuse de esta situación grave de violaciones a los derechos humanos llevados a cabo en un país democrático. De los 445 caso, 35 de ellos son personas con pérdida total de la visión en uno o ambos ojos. El resto son lesiones que serán evaluadas en el tiempo para determinar los niveles de pérdida de la vista.

* Cifra registrada hasta el 27 de febrero de 2020. Las cifras de casos de mutilación de uno o dos ojos son las cifras oficiales del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile (INDH), entidad estatal que ha estado recopilando las violaciones a los derechos humanos y encausándolas a la justicia. Además de ellos, los casos están avalados por los informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Human Right Watch (HRW), Amnistía Internacional (AI) y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (ACNUDH).